
Antes de entrar a fondo en la reseña de este producto os invito a que, si tenéis la suerte de visitar Corea, os deis un paseo por la maravillosa tienda de Village 11 Factory en el barrio de Garosugil en Seúl.
Esa tienda fue una de mis paradas favoritas en Seúl. Mientras que la parte de abajo parecía el laboratorio de un científico loco, el piso de arriba escondía un parte de outlet con muy buenos descuentos, una zona de spa para pies y un salón decorado con productos de la marca Agatha. Así contado no parece nada especial, pero si vais a Corea no dejéis de visitarla.
Volviendo a la reseña de hoy, la Propolis toothpaste de Village 11 Factory es una pasta de dientes de propóleo que no es nada fácil de encontrar en España pero, por algún motivo, es bastante popular en Rusia.
Esta pasta de dientes promete cuidar las encías débiles y previene el mal aliento, además de prevenir la formación de caries y placa dental.
Este producto contiene:
- Propóleo, que es una resina que fabrican las abejas y que se usa desde hace más de 2000 anos para curar las infecciones y las heridas. El propóleo es antibacteriano, previene las caries y trata la gingivitis y la estomatitis.
- Extracto de semillas de pomelo, que se usa en lugar de los parabenos como conservante.
- Extracto de té verde que previene el deterioro de los dientes y proporciona un efecto de esterilización.
- Xylitol, que es un edulcorante natural que calma la irritación de las encías, previene el deterioro de los dientes y proporciona una sensación refrescante.
Esta pasta de dientes es bastante diferente, tanto en sabor como en textura, a las que he usado habitualmente que eran mentoladas.
La textura es bastante gelatinosa, de hecho, parece más una crema para el rostro que una pasta de dientes.

Respecto al sabor, me recuerda bastante a los caramelos de miel que es usan para la tos. De hecho, me costó acostumbrarme al sabor amargo del propóleo, sobre todo si estáis acostumbrados al sabor mentolado.
Conclusión:
En general me parece muy buen producto y bastante diferente a los dentífricos que he probado hasta ahora. Además, me encantan las propiedades del propóleo, así que me gusta incluirlo de formas diferente en mi rutina.
No obstante, tengo que decir que a Bruno, mi pareja, le gusta todavía mas que a mí y de hecho se lo ha quedado él.